jueves, 30 de abril de 2015

ESTIMULACION BASAL. juntadeandalucia.es/averroes


http://www.juntadeandalucia.es/averroes/cepjaen/especial/memos/LA%20ESTIMULACION%20BASAL.htm#marco

... Pero el método que se presenta va más allá de un simple recetario de ofertas estimulativas, sino que urge en mayor medida la comprensión de la filosofía o el posicionamiento ante la persona gravemente afectada que subyace en toda la obra de A. Fröhlich. Este posicionamiento se traduce en la actitud de implicación y respeto constante que mantiene el profesional ante la persona gravemente discapacitada.

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INTRODUCCION


Durante varios años se vienen realizando diferentes encuentros entre distintos profesionales dedicados a la educación especial con el fin de dar respuesta a un tipo de alumnado con unas características muy especiales: nos referimos a los alumnos plurideficientes de escuelas de educación especial.

Hasta ahora y durante los anteriores encuentros, todos los esfuerzos se habían dedicado a establecer un marco teórico intentando encontrar unos principios que nos sirvieran como base para encauzar la actuación de los profesionales dedicados a la atención de estos alumnos. Este marco teórico ha partido siempre de la filosofía de Andreas Fröhlich que defiende la estimulación basal como una forma de comunicación entre el adulto, el entorno y el niño plurideficiente.

Partiendo pues de este concepto de estimulación basal, en el último encuentro se tomó la determinación de adoptar un enfoque más práctico, basado en el análisis de materiales y recursos que hagan posible una intervención de calidad lo más ajustada posible a las necesidades de estos alumnos.

El fin último de este trabajo es pues, recopilar en un CD toda una serie de materiales basales de una forma lo más práctica posible para que pueda ser utilizado por otros profesionales con alumnos de estas características

Contenido de este CD.:
-                     En primer lugar aparece una descripción breve del marco teórico al que antes hacíamos referencia. Aquí se puede encontrar información sobre qué es y cómo trabajar la estimulación basal.
-                     a continuación se describen unos principios básicos que se deben tener en cuenta en el trato directo con el niño.
-                     y por último, se muestra el material a través de fichas en las que se ofrece la siguiente información:
1.              fotografía del material
2.              nombre
3.              área
4.              descripción y uso
5.              adquisición (elaboración propia o comprado)
6.              precio
7.              observaciones

Para acceder al material existen dos vías: a través de las áreas o por orden alfabético. En un primer contacto con estas fichas es recomendable buscar la información por áreas. Por ejemplo, si se quiere saber que material se necesita para trabajar el tacto, entraré en el programa a través del área somática. Sin embargo, si ya se está familiarizado con el CD y se conoce el material por sus nombres, utilizaré la vía que clasifica el material por orden alfabético.









MARCO TEÓRICO

¿QUÉ ES LA ESTIMULACIÓN BASAL?


El modelo de atención a los alumnos plurideficiente profundos en el contexto de un centro educativo supone un conjunto de intervenciones diversificadas y muy especializadas en el marco de un trabajo integral y multidisciplinar.
El método de la estimulación basal –desarrollado por A. Fröhlich- aporta un concepto de intervención globalizada con el objetivo de promover la comunicación, la interacción y el desarrollo, tomando como punto de partida cada una de las necesidades humanas más básicas.
En los centros de E.E. se está recibiendo, a lo largo de estos últimos cursos, un elevado número de demandas para atender a niños y niñas con afectaciones graves y permanentes. Muchos de estos alumnos presentan discapacidades motóricas, sensoriales y retraso mental profundo. Se trata de una población con unas características y necesidades específicas, que requieren una asistencia global e interdisiciplinaria continuada y unos dispositivos de atención especializada en los que se atiende a niños plurideficientes a partir de los 3 años.
El trabajo con alumnos plurideficientes parte de la necesidad de una atención integral y diversificada que facilite la adecuación a cada persona, adaptando para ello los recursos físicos, personales y materiales y proporcionando un proyecto individual de calidad.
En el mismo sentido, el proyecto técnico global y el equipo de profesionales tienen que garantizar la respuesta al conjunto de necesidades de distinto orden que presenta este colectivo. Se trata de un trabajo de coordinación a partir del cual se puede asumir un objetivo: favorecer y desarrollar las condiciones físicas y psíquicas, pero también la situación personal y social de estos alumnos y una optimización de su bienestar y calidad de vida.
Es necesario un modelo técnico y organizativo adaptado a la realidad de la población atendida; este modelo se concreta en un equipo multidisciplinario en el que la interrelación y coordinación de las distintas funciones supone la base para poder responder a las necesidades psicopedagógicas y socio-sanitarias que presentan los niños plurideficientes. Este modelo incluye a:

·        Maestros de E.E.
·        Educadores y auxiliares
·        Psicólogo
·        Fisioterapeutas
·        Logopedas
·        Trabajadores sociales

Supone un proceso de adecuación y contextualización del currículum ordinario, una respuesta diversificada y ajustada a las condiciones y necesidades de cada alumno/a y tiene los siguientes objetivos generales:
·        Proporcionarles ayudas educativas específicas que permitan promover cambios funcionales, en beneficio de un máximo desarrollo de su autonomía personal y social.
·        Optimizar los aspectos de la salud y del control postural, a partir de un conjunto de intervenciones y seguimiento continuados.
·        Incidir sobre las capacidades sensorio-perceptivas e iniciar y desarrollar estrategias de comunicación ajustadas a las posibilidades de cada niño.
Entendemos aquí como persona plurideficiente aquella que presenta discapacidades físicas y psíquicas subsecuentes a afectaciones neurológicas o debidas a enfermedades o accidentes. Estas capacidades condicionan seriamente sus necesidades. Son niños que presentan un desarrollo global muy alejado del normal y cuyas posibilidades de percepción y comunicación con el medio están seriamente afectadas.
Entendemos medio como el sumatorio de los elementos físicos, sociales y materiales que lo integran; pero además, esta relación se encuentra mediatizada por los adultos, de forma que es a partir de la interacción con las personas de su entorno como aprende el niño.
Las discapacidades no deben interpretarse como un elemento propio únicamente del niño afectado, sino como una expresión de la interacción entre este niño y el entorno. Se plantean entonces tres elementos:
I.           El conjunto de las posibilidades o habilidades –comunicativas, motrices, …- del niño;
II.      Estas capacidades se encuentran con relación a los distintos entornos en los que participan habitualmente.
III. Las posibilidades de participación funcional en estos entornos estarán, no obstante, determinadas por el conjunto de apoyos y respuestas que las personas con las que interaccionan les puedan proporcionar.

El niño edifica su proceso de desarrollo a partir de la interacción con el adulto. En el caso de los niños plurideficientes, esta relación se mantiene a lo largo de cualquier actuación; se trata, por ejemplo, de intervenciones relacionadas con los hábitos básicos de higiene, vestido, alimentación, o control postural, y tienen que adecuarse a las necesidades individuales.

a)  Necesidades relacionadas con la salud física: intervenciones dirigidas a mejorar su higiene postural y su salud en general. Con ello contribuiremos a su bienestar personal. También la higiene y la alimentación.
b)  Necesidades relacionadas con la comunicación y la relación interpersonal: crear un entorno socializador y situaciones que favorezcan la relación entre ellos.
c)   Necesidades relacionadas con el afecto y el equilibrio emocional: construcción equilibrada de la imagen de sí mismos
No obstante, en el trabajo con alumnos plurideficientes, a menudo se aprecia que las dificultades y necesidades que surgen en el ámbito de la salud deben ser abordadas de inmediato, lo cual supone una posible interferencia sobre las actuaciones dirigidas a favorecer el resto de las necesidades descritas. Sin embargo, el proyecto global de atención tiene que asumir la respuesta a los tres grandes ámbitos –salud, comunicación y afectividad- que permiten agrupar estas necesidades.

Cómo entender la teoría y la propuesta metodológica.
La intervención psicopedagógica en torno a la plurideficiencia apareció en Alemania a mediados de los años 70, en un contexto socio-político que pretendía la escolarización de todos los niños, por elevado que fuese su grado de disminución. A principios de los 80 la práctica se consolida como un modelo específico para personas muy gravemente afectadas. Plantea toda una metodología que promueve el desarrollo integral de la persona en todos sus ámbitos a través de una intervención globalizada y basal. De aquí la procedencia del término. Pero el método que se presenta va más allá de un simple recetario de ofertas estimulativas, sino que urge en mayor medida la comprensión de la filosofía o el posicionamiento ante la persona gravemente afectada que subyace en toda la obra de A. Fröhlich. Este posicionamiento se traduce en la actitud de implicación y respeto constante que mantiene el profesional ante la persona gravemente discapacitada, actitud que le conducirá a intervenir de forma global. Pero dicha intervención no debería ser un hecho puntual que se repita cierto número de veces por semana y únicamente por un profesional determinado: ha de reconvertirse en una tendencia permanente que, a través del trabajo interdisciplinar facilitado por un equipo multiprofesional, permita al niño deficiente profundo recibir una atención globalizada que le sea mucho más significativa.

Los fundamentos de la estimulación basal se encuentran en:
-        La Neurofisiología: la plasticidad del SNC
-        la Teoría Constructivista sobre el aprendizaje humano: aportaciones de Piaget sobre el desarrollo en el período sensorio-motor
-        la Interacción Temprana: la comunicación mediante conductas y producciones interactivas.
Se trata pues, de ofrecer situaciones y entornos interactivos que se hallen dentro de la zona de desarrollo próximo y vayan cargados de significación; de poder crear el andamiaje necesario para formalizar tales situaciones. (Hay que tener en cuenta, además, que las capacidades globales observables en una persona plurideficiente profunda se sitúa en el nivel de adquisiciones de un lactante sano de 6-8 meses).
La percepción se entiende como aquel procedimiento según el cual ciertas sensaciones son dotadas de significación. Esta percepción Fröhlich la analiza en tres ámbitos o esferas perceptuales que son las más precoces en el desarrollo humano:

* Somática: el órgano perceptivo es todo el cuerpo y en especial la piel
* Vibratoria: huesos y otras cajas de resonancia posibilitan la asimilación de las ondas sonoras que llegan en forma de vibración (experiencia interna)
* Vestibular: está en el oído interno, y posibilita la orientación en el espacio y configura la construcción del equilibrio.

Movimiento
 
Experiencia social
 
Percepción
 
Cognicion
 
COMUNICACIÓN
 
Exper. corporal
 
Afectividad
 
Estos ámbitos perceptivos se encuentran ya a niveles intrauterinos: el líquido amniótico y su movimiento ofrecen estimulación somática; voz, respiración y sonidos intestinales, vibraciones; gravedad, caminar y movimientos de la madre, un balanceo que le invita a la actividad. Sin embargo, hay que contar con la estimulación del conjunto de las percepciones con el fin de poder crear un entorno global que dé respuesta a su realidad inmediata.
No es posible segmentar en realidades sepa-radas las diferentes experiencias de la vida de un niño plurideficiente profundo, aunque es necesario enfatizar que en toda intervención es la comunicación el eje mediador que permite articular las diferentes áreas que configuran la realidad de estos niños. La comunicación basal propone una adecuación de nuestros canales y códigos comunicativos con los del niño.
Este planteamiento de la comunicación no significa que no se deba hablar a niños plurideficientes, sino que en determinados momentos el lenguaje hablado puede convertirse en un ruido que dificulte la comunicación a otros niveles más primitivos. Es necesario hacer, pues, un acto de fe en estas personas. Por respeto. Y por darles un trato tan digno como a cualquier persona, ya que somos en la medida en que los demás nos hablan.
Los principios del modelo teórico que modulan toda intervención son:
-        ritmo: los ritmos biológicos y ritmos que ayuden a estructurar y situar la vida;
-        contraste: derivado del anterior. La experimentación de situaciones contrastadas amplía y enriquece enormemente el stock vivencial;
-        tensión-relajación: la interpretación motriz del p. de contraste (combatir la excesiva tendencia a ofrecer únicamente situaciones sedantes);
-        latencia: saber esperar;
-        interacción personal: según Musitelli, se trata de una relación entre dos personas/compañeros en los que ambos aprenden y perciben.
Este modelo teórico llega a concretarse en forma de metodología práctica a través del trabajo estimulatorio de las esferas perceptuales, teniendo siempre en cuenta la necesidad de la intervención global, con la comunicación como eje mediador y modulando nuestra actuación a partir de los principios anteriormente comentados.

Criterios para la organización y agrupación de los alumnos
La tarea de organización de los grupos resulta un elemento de gran trascendencia e implicación para las prácticas profesionales. La atención educativa requiere un conjunto de intervenciones individualizadas, la ratio de alumnos en cada grupo deberá ser muy baja.
Hay tres criterios generales para la toma de decisiones sobre la configuración de los grupos.
a)  Nivel de capacidades y posibilidades de los alumnos: partir de una evaluación inicial de capacidades.
b)  Edades cronológicas: no podemos plantear los mismos criterios de intervención –formas de dirigirse a ellos, tono de voz-, ni tampoco una dotación de recursos materiales o adecuación  del entorno semejantes, en plurideficientes de edades distintas. En este sentido, podemos establecer como puntos de referencia las etapas educativas que se plantean en el propio currículum ordinario, en tanto que permiten diferenciar tres grandes períodos: hasta los 6 años, entre los 6 y 12 años y a partir de los 12 años.
c)   Actuación tutorial con cada alumno y su familia: requiere, por parte de las personas que le atienden desde las diversas funciones profesionales, un conocimiento de la problemática y las necesidades de cada niño (aspectos asistenciales, manifestaciones de los problemas derivados de su salud, especificidad de las formas de intervención) y de la situación de su familia. Queremos subrayar la necesidad de una continuidad en la responsabilidad en el trabajo con un grupo de niños plurideficientes profundos. Aún así, las agrupaciones deben contemplar también las edades cronológicas de los alumnos.

Establecimiento de contextos y rutinas muy estructurados.
La depresión vital (Fröhlich) se caracteriza por una apatía constante y por un desinterés total por el medio que le rodea. La solución es la adecuación y organización de este caos vivencial de tal forma que el medio pueda ser significativo para el niño. El proceso de adaptación vendría dado por el ajuste de las actividades propuestas a sus necesidades y capacidades. Mediante la estructuración de la intervención, ya ajustada, podrá vivir de una forma más estable y segura, ya que posiblemente será capaz de anticipar las situaciones que le preceden y que le son significativas.
La sistematización de la intervención consiste en el establecimiento de rutinas de actuación y en la instauración de rituales de inicio y fin de la actividad. Estos rituales pueden ser grupales o individuales. Por ejemplo el ritual de llegada al centro educativo.

Inclusión de actividades específicas
Somática
Se recomienda siempre la intervención de la forma más globalizada y simétrica posible, p.e.: masaje Shantalá, baños –imperativo prolongar el cuidado también durante el secado-, baños secos (en una piscina cubrir el cuerpo del niño con arroz, legumbre, confeti,…) –promover la integración del propio cuerpo y ampliar su stock perceptual-, ducha seca,… Para casos en que haya una presencia de movimiento extremadamente limitada, la actividad se puede reconvertir en rociado con el material anteriormente expuesto, siempre con suma delicadeza.
Vestibular
Tiene como meta ser una fuente de información sobre la situación del propio cuerpo respecto al espacio, acompañar a la persona muy gravemente afectada en un momento de ocio. Ofrecer movimientos suaves, contralaterales en un primer momento, pasar poco a poco a balanceos antero-posteriores y realizar rotaciones totales sólo en aquellos casos que asimilen con facilidad este tipo de estimulación. P.e.: hamaca de tela -ya que la cuerda trenzada puede molestara a algunos niños-, balde de balanceo, red suspendida.
Vibratoria
Pretende que la persona muy gravemente disminuida aprenda a considerar como importantes aquellas percepciones que no son "palpadas ni retenidas". La vía principal es la vibración, p.e.: pelota Bobath con altavoces y aparatos de vibración.
Táctil
Esponjas, algodones, brochas, estropajos, piñas, saquitos de presión. Pretende el mantenimiento de una conciencia relativa de la mano a la que se sujeta dicho material. Bolsas de estimulación táctil la percepción que brindan puede ser enriquecida mediante la introducción de un pequeño vibrador en el interior de la bolsa.

Actividades cotidianas, atención directa, atención indirecta y sesión individual: diferentes formas de abordar el tema de la intervención práctica.
En primer lugar destacamos la relevancia de introducir en todas aquellas actividades de vida cotidiana –higiene, alimentación, cuidados posturales, intervención sanitaria, etc.- el concepto de globalidad. Tal introducción supone una adecuación del ritmo de trabajo del profesional al ritmo del niño gravemente afectado y, en definitiva, una actitud de respeto constante hacia él o ella, la cual se traduce en acompañar más que en guiar o dirigir su vida.
Distribuir el espacio y el tiempo en una de estas aulas supone partir de la necesidad de una atención individualizada. Tal afirmación no contradice la necesidad de favorecer la relación entre iguales, pero llevo al equipo a establecer atenciones indirectas que se basan en el ofrecimiento de un material de estimulación que permita crear una relación de interactividad entorno-niño supervisada por el adulto. La combinación de atenciones indirectas e indirectas permite establecer experiencias grupales en torno a una misma área de estimulación. Toda intervención directa, aunque individual, esta supeditada a las interferencias que se puedan producir en el entorno del aula (demandas del resto de alumnos,…) y que dificultan el establecimiento de un proceso interactivo constante.
Las sesiones consisten en un trabajo dual que tiene como objetivo el establecimiento de la comunicación; con una duración de 40 minutos aproximadamente, de los que 20 o 30 se dedican a la intervención y el esto a la observación y evaluación. El número de actividades no debe exceder de 2 o 3 para no provocar sentimientos de confusión y facilitar una mejor integración. Las áreas son las tres básicas, dando mucha importancia al trabajo corporal globalizado.
La evaluación parte de una valoración de la respuesta al proceso interactivo, p.e. la respuesta al ritual de inicio de la sesión, tono muscular, ritmo respiratorio, vocalizaciones, presencia de comportamientos autoestimulativos. Los registros de evaluación son individuales para permitir recoger la evaluación del trabajo con cada niño.

Objetivos de la educación del niño plurideficiente profundo
En el modelo de atención a este colectivo de niños y adolescentes debe plantearse como objetivo último la progresiva optimización de su bienestar y calidad de vida. Por ello, las distintas intervenciones y la diversidad de recursos físicos, materiales y metodológicos tienen que incidir en el desarrollo equilibrado y homogéneo de las capacidades de los alumnos asistidos, con la finalidad de poder contribuir a este objetivo. Hablamos de un desarrollo equilibrado de las distintas capacidades y se plantea una cierta priorización de algunas:
·        Comunicativas y de Relación Interpersonal
·        Motrices
·        De Equilibrio Personal
Estas capacidades troncales permiten articular el desarrollo de las restantes (cognitivas, de actuación e inserción social). Además, deberemos seleccionar e incluir en este currículum una serie de objetivos que no están especificados en el currículum oficial y que parten de las características y condiciones de los propios alumnos. Los distintos elementos incluidos en cada uno de los entornos tienen que estar plenamente adaptados a sus características y necesidades.

Selección y priorización de áreas de intervención y de contenidos
El análisis del conjunto de situaciones educativas en las que participan nos permite identificar una correlación con cuatro de las áreas del currículum ordinario.
El análisis del conjunto de situaciones educativas en las que participan los alumnos plurideficientes profundos pone de manifiesto que se desarrollan objetivos de las cuatro áreas seleccionadas.
Partimos de la adaptación de los currícula de las etapas Infantil y Primaria en función de las franjas de edades en las que se encuentran los alumnos. En el caso de los alumnos a partir de los 6 años y hasta los 16, el material curricular que debería adoptarse será el currículum de primaria.
El nivel de afectación supone la adopción de itinerarios curriculares muy adaptados. En todo caso, debemos situarnos en el marco general que suponen los aspectos prescriptivos del currículum oficial. También hemos de tener en cuenta que su adaptación a las características necesidades comporta la creación de situaciones educativas muy diferenciadas de las que se podrían diseñar en relación a los niños no afectados.
La concreción del currículum debe suponer también una reflexión sobre los contenidos adscritos a cada área, de forma que queden contempladas las características y condiciones de los niños y jóvenes plurideficientes profundos. Esta reflexión debería llevar un proceso de definición de los contenidos que hay que incluir en cada área a partir de un trabajo que permite completar, sustituir o eliminar los propios contenidos del currículum oficial.
Una buena estrategia para avanzar en esta dificultad consiste en elaborar un reloj de actividades en el que se incluya el conjunto de situaciones educativas en que está implicado el alumno. Este reloj permite la representación secuenciada de las situaciones educativas que configuran el régimen de vida. Además, este material debe contemplar la vinculación de las actividades con las áreas curriculares de referencia, así como los objetivos generales y los contenidos que se identifican en las intervenciones educativas que se llevan a cabo en cada una.
Uno de los aspectos más relevantes es que los profesionales puedan interferir con las actividades propuestas desde el método de la estimulación basal y concretar y adaptar también una serie de objetivos y contenidos propios de la propuesta del currículum oficial. Desde esta perspectiva se da sentido y coherencia a la práctica educativa cotidiana.




PRINCIPIOS BÁSICOS A TENER EN CUENTA EN EL TRATO DIRECTO CON EL NIÑO

Una vez analizado este marco teórico se comprueba que la estimulación basal no es una actividad programada, sino una actitud constante del profesional respecto del alumno plurideficiente. Por lo tanto, como actitud que es, debe mostrarse en cada momento.
Según lo dicho, concretaremos en forma de principios cómo, cuando y por qué llevar a cabo esta actitud basal a la que hacíamos referencia:

CUANDO

COMO

POR QUÉ

Traslado desde el autobús al interior del centro
Antes de cogerl@, situarnos ante él o ella, saludarl@ por su nombre y decirle: “¡Hola ..., buenos días. Vamos adentro!” (o una frase similar)
El/la alumn@ necesita sentirse aceptado y con sus necesidades socioafectivas cubiertas desde el primer momento en que entra a la escuela. La rutina del saludo le da seguridad. Puede empezar a establecer asociaciones entre las palabras y los contextos.
Entrada al centro
No dejarl@ sól@ (esperar a que la tutora –o persona que sea su referencia- l@ reciba).
La situación de sentirse sólo le creará inseguridad, lo que le puede llegar a originar una tensión psíquica y, tal vez, somática, en absoluto beneficiosa.
“Rutinas de entrada” / Momentos grupales
Si se “pasa lista”, anunciárselo y hacerl@ participar de la manera que pueda (principio de participación parcial).
Insistir en su nombre y hacer que los otros alumnos l@ toquen.
No es necesario insistir en las bondades de anticipar una actividad como instrumento para generar estructura.
La necesidad de formar parte de un grupo es algo genético.
Está demostrado que el propio nombre es, para esa persona, el mejor sonido que existe. El contacto físico intensifica la relación personal.
Hidratación
Hay que darle agua –tanta como podamos- sin ser demasiado “invasivos”, adaptándonos a su ritmo, con paciencia, pero con perseverancia. (podemos darle pocas cantidades ¡pero a lo largo de muchos momentos al día!)
El 70% de las personas somos agua. Las funciones corporales exigen un estado adecuado de hidratación para ejecutarse con normalidad. Una falta de agua provoca estreñimiento –con todo lo que conlleva-, sensación de stress, sequedad de la piel, ... La falta de eliminación puede provocar enfermedades derivadas de la intoxicación del cuerpo. Pero no podemos cubrir esta necesidad –en situaciones ordinarias- “agrediendo” al/ a la alumn@. Hemos de movernos entre la satisfacción de una necesidad a menudo no sentida conscientemente y el respeto que le debemos como persona. Por otra parte, cuanta más agua lleguemos a darle, más irá sintiendo la necesidad.
Higiene respiratoria
Una vez hidratado el/la alumn@, quizá será necesario extraerle las mucosidades del aparato respiratorio. Después de un rato de “clapping”, bien con un aspirador mecánico o uno manual, se le debe succionar la mucosidad.
En el caso de que acumule mocos –se notará por la dificultad para respirar y la emisión de sonidos característicos-, poco a poco irá reduciendo su capacidad respiratoria (¡capacidad pulmonar a menudo ya reducida por otras deformaciones!), aumentando así las probabilidades de enfermedades en este aparato –tan frecuentes en invierno-. No debemos olvidar que las complicaciones respiratorias –hasta en enfermedades inicialmente leves- es una de les causas más frecuentes de la morbilidad en nuestros alumnos. También es importante reducir la congestión general que provoca la mucosidad excesiva y las dificultades a la hora de tragar. Por último, tampoco debemos olvidar lo que supone en cuanto “apariencia” (los mocos “afean”).
Comidas/ Programas de masticación
Igual que con el agua.
La comida es otra de las necesidades a satisfacer. También puede ser un momento privilegiado para la relación con el/la alumn@. Pensemos que nunca se ha de quedar con hambre porque nosotros nos cansemos de ofrecerle comida. Otra cosa es cuando vemos que aquello que le ofrecemos, manifiestamente no le gusta. Entonces deberemos tomar la decisión que pensemos que más convenga a la salud física y psíquica del/de la alumn@ (¡no la más descansada para nosotros!)
Higiene bucal
Una limpieza adecuada de los dientes previene problemas –por lo tanto, dolores- y ofrece sensación de bienestar. Elimina la posible halitosis.
Limpiar los dientes no siempre es una tarea fácil: el rechazo del cepillo, los movimientos bruscos de la cabeza, etc. pueden convertir esta actividad en una lucha. Como en otras actividades descritas deberemos ser perseverantes y cuidadosos. Su salud y su bienestar –¡y a veces el nuestro, si tenemos que estar muy cerca!- merecen la pena.
Cambios de pañales 
Dejar al/a la alumn@ limpi@ y con la sensación de que ha estado bien tratad@.
Si pensamos que el cambio de pañales es el momento en que pasa de la situación de suciedad e incomodidad a la de limpieza y comodidad, nos daremos cuenta de que esos son los mejores momentos del día. Si además nos dirigimos a él/ella amablemente mientras l@ cambiamos, sin lugar a dudas estamos hablando de que le estamos alegrando la vida contribuyendo intensamente a su bienestar físico y anímico.
Cambios posturales / colocación de prótesis
Tod@s l@s alumn@s necesitan cambiar de postura varias veces al día. Hay que colocarl@s en posturas –cómodas- diferentes a lo largo de la jornada.
La mayoría necesitan prótesis que hay que poner y quitar una o varias veces al día.
Los cambios se deben hacer con la mayor delicadeza posible.
Mantenerl@ en una misma postura o con una prótesis de manera continuada crea sensación de malestar, estrés-sante; sobre todo si los otros no han acertado en colocar-me y estoy incómodo. Una postura continuada o una colocación incorrecta me llevará a que se me duerman partes del cuerpo –con el consiguiente malestar-. Todos necesitamos “sentir” somáticamente el cuerpo. Hay que moverlo –o que alguien nos lo haga por nosotros- para sentirlo. Hasta en una situación de supuesta “comodi-dad”, una postura continuada puede llegar a provocar deformaciones músculo-esqueléticas. La única forma de evitarlas es ir cambiando de postura con frecuencia y/o con la prótesis adecuada.
Cuando pasamos de una postura a otra a nadie le gusta ser tratado como un saco de patatas, sino que todos preferimos la “empatía” y la amabilidad. Hay que vigilar los movimientos de transición, la correcta colocación y que el resultado sea de la mayor comodidad para el/la alumn@.
Traslados de un lugar a otro
Cuando van del aula a los diversos servicios, a cambiar los pañales, al aula de basal, al comedor, hacia la salida,...  ir relacionándonos –intentando comunicarnos (hablando, tocándolos,...)- con ell@s.
El establecimiento de una relación personal es el fin  fundamental, el objetivo que engloba todos los otros. Es necesario, pues, aprovechar cada momento del día para hacerlo. Solo así nuestro trabajo será humanizador.
Cualquier actividad a nivel individual
Valorar en cada momento “qué es lo más importante para el/la alumn@”.
A menudo nos encontramos con que las posibilidades de hacer reales nuevos aprendizajes son dudosas o mínimas. Pensemos entonces cómo desearíamos que fueran las cosas si estuviésemos en los zapatos del/ de la alumn@ –¡y actuemos en consecuencia!- (por lo menos, pasémoslo bien!) 
Despedida
Mandarl@ a casa “guap@”
Muchas veces, simplemente ir peinad@, con un babero limpio y oliendo a colonia hacen que el/la alumn@ “gane atractivo” ante los ojos del mundo. Él/Ella no se puede arreglar.


Llegados a este punto y una vez analizadas las características, tanto de los niños a los que nos dirigimos como la intervención educativa que debemos llevar a cabo con ellos, es preciso resaltar dos aspectos que consideramos fundamentales y que se han venido repitiendo a lo largo de todo esta justificación teórica. Los aspectos a los que nos referimos son, por una parte, la necesidad del trato a través del contacto directo; y, por otra, lo que se entiende por comunicación basal, la cual no es más que dirigirnos al propio niño de una manera cálida y respetando su tiempo de respuesta (tiempo de latencia), siendo ésta bien vocálica o motora, independientemente de la intensidad de la misma. Además, hemos de saber que por débil que pueda ser esta respuesta siempre hemos de darle funcionalidad y significado.
Sin esta interacción, cualquier tipo de intervención carecería de valor en el marco basal y educativo.
Para finalizar este marco teórico, señalar que la atención a este tipo de alumnado pasa por este tipo de intervención. Con toda esta recopilación de información, hemos pretendido aportar un gran número de recursos para que cada centro, dependiendo de las características y las necesidades del alumnado, los adapte, siempre teniendo en cuenta que, a más recursos, más calidad de intervención, ya que se le podrá atender al niño de una manera más globalizada (se atenderán a todas las áreas señaladas anteriormente). Somos conscientes desde este seminario que las aulas de nuestros centros, bien por el nivel físico o bien por las características del alumnado, no podrán tener en cada una de ellas, en las que se encuentre un alumno plurideficiente, todos los recursos, pero sin embargo, y siendo conscientes de estas necesidades educativas, un mínimo de ellos si que debe estar presente en el aula de referencia del alumnado, ya que es su “material escolar”.
Por otra parte, un aula específica de estimulación basal a la que los niños acudieran de forma regular garantizaría esta calidad a la que hacíamos referencia. Si optamos por esta organización, es muy importante anticipar al alumno, de manera sensorial, que sale de su aula de referencia para acudir al aula de estimulación basal, de esta manera el niño anticipa un cambio de actividad. Esta anticipación debe aparecer en cualquier momento del día en el que se vaya a realizar un trabajo específico con el alumno (llevarlo de un lugar a otro, al comienzo de una actividad, cuando va al baño,...), procurando siempre que estos anticipadores sea lo más significativos para el propio niño, y constantes, para que así se pueda producir un aprendizaje de manera rutinaria de lo que acontece a su alrededor.
Para finalizar, reseñar que los espacios en los que se encuentre el niño deben ser acogedores, cálidos, procurando que además de ser un entorno agradable sea también un entorno enriquecedor.









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